Hola buena gente,
Llevo unos días pensando en esta
entrada, aunque no fue hasta ayer por la noche, sin poder dormir, cuando me
decidí a escribirla. Lo confieso, estoy muy cansada últimamente, sobre todo
estoy agotada a nivel emocional, de una manera que, si sigue así, me temo que
acabe en depresión. Por lo que he decidido cortar
por lo sano.
Este blog tiene ya casi un año de vida y los
que me conocéis hace tiempo sabéis que
lo monté con el primer objetivo de dar a conocer mi novela Azul, el poder de un nombre. Samidak (publicada en noviembre
pasado). Evidentemente, puesto que me encanta leer, y para no aburrir sólo
hablando de mis mundos, también dediqué el blog a reseñar mis lecturas. He de
confesar, más bien reiterar, pues ya os lo he comentado antes, que no esperaba
que mi blog tuviera la más mínima acogida y sobre todo no espera encontrar en
la blogesfera a gente tan maravillosa como la que he conocido.
Pero, por desgracia, y volviendo
a mi misma y mi propio estado actual, me siento apática y sin deseo alguno de
seguir manteniendo el blog de manera habitual, sin ganas de escribir mis
reseñas, ni hablar en él de mis propios mundos.
Esto se debe a mi propio egoísmo como autora
de mi novela publicada, pues desde que salió a la venta he gastado mucha
energía mental y física en su promoción. Cada día esperando, hasta la obsesión, que aparezcan más reseñas de mi libro, que
surjan más comentarios o simples agregados en Goodread… y desesperando, en
contraposición, con la facilidad con que esto ocurre cuando se trata de una
novedad de una editorial más grande que la mía, un autor reconocido o popular…
La esperanza no es algo bueno del todo, no es de extrañar que estuviera en la
caja de Pandora donde se guardaban todos los males. Es culpa mía recurrir con
tanta frecuencia a ella y no a la realidad.
Y sobre todo no puedo imponer mi
libro a nadie, la lectura es un derecho que se ejerce con total libertad. Es
evidente que cualquiera de vosotros preferiréis leer un libro de un autor que
ya conocéis o un libro del que habéis
oído muchas referencias, antes que el
mío. En realidad el error es de mi persona y de los graves, pues pretendo
convertir a mi historia, mi pasión, mi mediavida, en un producto, en algo vendible. Y eso es horrible, puesto que yo
escribo por pura necesidad vital, porque adoro hacerlo, no porque me tengan que
comprar a mis personajes como si fueran mercancía. En ese orden de cosas, he
reflexionado en cómo mi obsesión como autora por ser vendida y leída no me hace
bien alguno, todo lo contrario.
Además, estoy más que orgullosa
de lo que he conseguido hasta ahora, aunque sé que es mínimo y muchos de
vosotros lo consideréis ridículo. Lo cierto es que he vendido casi 200
ejemplares, que no es un número enorme comparado con un gran libro, pero la
primera edición del mío es sólo de 500 ejemplares. Y lo importante, para mí, es
que la gran mayoría de mis ventas son de gente que no conozco, pues no soy
especialmente social ni popular, apenas tengo amigos. Con lo cual muchos de los
que me han comprado, eligieron en la librería mi desconocido libro entre otros
muchos más afamados. Eso me hace muy
feliz. Pero lo que más me llena de orgullo, es que muchos de los que me han
leído han disfrutado de mi historia, les ha gustado lo que he escrito. Eso,
para mí ego y mi necesidad de reconocimiento, es una maravilla. Ya me da igual que mis lectores no se cuenten en
números grandes, pues cuando escribía la historia tampoco pensaba si quiera en
que alguien pudiera disfrutar leyéndome. Creo que he de volver a ese nulo
objetivo primario y renunciar a otros, para así no deprimirme.
Por ello, he decidido apartarme un tiempo de la
blogesfera y volver a mi pequeña isla que es la escritura de
mis mundos, mis cuentos, mis poemas, sin esperar nada más a cambio, que
disfrutar escribiendo. El karma cósmico será el que decida si la segunda
entrega de Azul será publicada (los
que queráis leerla, no os preocupéis, que escrita ya está y sólo faltan las
correcciones, la leeréis aunque no salga como libro, aunque no tenga dinero
para una nueva coedición). Y ese mismo orden que rige todo, decidirá si más
gente se acerca a leerme, yo, de momento, no voy a volver a obsesionarme con la
promoción a través de mi blog y sólo lo haré en pequeñas presentaciones con
libreros amigos (siempre son amenas y distendidas, aunque sólo vengan cuatro
personas).
Esta despedida se me está
haciendo muy larga, perdonadme, sólo quiero añadir mis mil gracias y abrazos a
todos los que os asomáis por mi blog y muy especialmente a todos los que leéis Azul y me apoyáis. Creo que este cierre
será sólo temporal, un hasta pronto y
no un hasta siempre. Espero,
sinceramente, volver a tener los ánimos a tope para publicar de nuevo reseñas
en mi blog. De momento, en lo que respecta a la blogosfera, me limitaré a mirar
de vez en cuando a los blogs que más sigo. Pero, ahora mismo sólo siento deseos
de perderme en mi isla-refugio , esa en la que soy feliz cultivando mis dos
mayores pasiones: leer y escribir.
¡ARRIBA LOS AZULES!
*El ganador del sorteo del ejemplar de "Vango" que se encuentra abierto hasta el 12 de marzo, será anunciado en mi cuenta twitter.