Samidak
es
el volumen primero de una trilogía que responde a Azul, el poder de un nombre. He aquí la sinopsis de este primer
volumen, bienvenidos al mundo de Azul:
"Antirios,
mundo perteneciente a la Federación, está habitado por una raza de seres
humanoides que se comunican telepáticamente y aborrecen cualquier tipo de
ruido. En un planeta donde el silencio es ley, la aparición de un misterioso
bebé llorando, surgido de la nada, supone toda una crisis. El cónsul federativo
Kritias Sabas deberá encargarse de recoger al bebé, una niña bautizada como
Azul, y trasladarla a Irinia, corazón de la Federación de planetas. Pero Azul
encierra más misterios que su extraño origen, ajeno al universo que ahora la
acoge. Su naturaleza desconocida y su falta de familia, la condenan a ser
criada en orfanatos de distintos planetas, hasta culminar su educación en la
férrea escuela de Zahirus. Convertida en oficial de la Flota federativa, descubrirá
el amor y la profecía que pesa sobre ella haciéndole imposible disfrutar de una
existencia normal y feliz. Se verá forzada a alejarse de los seres que la
quieren, como prisionera del Imperio Pélago primero y proscrita del Imperio
Cthulkug después. Además, siempre perseguida por la sombra de la maldición de
su nacimiento, aquella que señala su verdadero destino, destruir al Demiurgo
Oscuro, antes de que este poderoso y terrible ser engulla a todos los mundos..."
Prólogo de Samidak
Capítulo uno de Samidak
Capítulo dos de Samidak
Capítulo tres de SamidakPrólogo de Samidak
Capítulo uno de Samidak
Capítulo dos de Samidak
Capítulo cuatro de Samidak
Capítulo cinco de Samidak
Capítulo seis de Samidak
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Con la sinopsis no me queda más que un término en el aire: Cliché. Analogia de la realidad o metáfora de una crisis adulta respecto a un infange. En estos tiempos transcribir la realidad a literatura aunque no es nada sencillo, realmente no engancha, quizá venda, pero no engancha.
ResponderEliminar¡Hola! Gracias por visitar mis mundos. Nunca pretendí que mi historia fuera original, ya sabe como es esto de la literatura "no hay nada nuevo, salvo lo que se olvida". Mi mayor pretensión es entretener a mis lectores, y soy feliz, pues de momento lo estoy consiguiendo sobradamente. Me alegra que su claridivencia le permita saber que mi libro no engancha sólo leyendo la sinopsis. Lo cierto es que su don no debe ser tal, pues falla en su diagnóstico: no escribo analogía alguna y no tengo crisis de adulta, pues, afortunadamente, sigo disfrutando la infancia. Es un delito juzgar a un libro por su sinópsis, algo que todo buen lector sabe, pero juzgar a una persona sin conocerla es un crimen. Aunque ciertos individuos se definen por sus comentarios. Saludos
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